Todos hemos escuchado en infinidad de ocasiones este término (que si es muy importante, que debemos trabajarlo a menudo, que tenemos que activarlo al hacer determinados ejercicios…). Pues bien, en este post voy a hablar un poco más detenidamente acerca de éste.
Cuando hablamos del CORE nos referimos al centro o núcleo de nuestro cuerpo. Diferentes autores incluyen diferentes músculos, pero en línea general se coincide que está formado por los abdominales, oblicuos, musculatura profunda de la columna, musculatura lumbar, flexores y extensores pélvicos y los glúteos. Es decir toda la musculatura que envuelve la parte central de nuestro cuerpo.
Esta musculatura es muy importante por varios motivos:
- Es el centro de gravedad del cuerpo, hace de enlace entre el tren inferior y el tren superior y, por tanto, resulta clave para desarrollar el equilibrio, la estabilidad y la coordinación.
– Estabiliza nuestro raquis (y esto afecta a nuestra postura corporal). Ejecutar los movimientos desde una postura sólida y correcta nos asegura un mínimo riesgo de lesión (por ejemplo la temida lumbalgia, tan presente en nuestros días, causada muchas veces por el mantenimiento de malas posturas).
– Funciona como transmisor de fuerzas, ya que todos los movimientos que realizamos se originan en nuestra zona media y de ahí pasan a nuestras extremidades.