Realizar ejercicio cardiovascular no consta simplemente de subirse a una bicicleta o salir a trotar sin ningún tipo de control. Existe una intensidad adecuada para optimizar la utilización de las grasas como combustible principal. Esta intensidad se encuentra entre el 60-70% de la frecuencia cardíaca máxima. Para poder controlar dicha intensidad necesitamos un pulsómetro y conocer dicha zona metabólica.
Por ejemplo: un sujeto de 26 años quiere conocer a que frecuencia cardíaca debe entrenar para quemar más grasas durante el ejercicio aeróbico.
Frecuencia cardíaca máxima: para ello utilizaremos la una fórmula de predicción, en este caso la de Tanaka. 208,75 – (0,73 x edad: 26 años) = 190 pulsaciones
F.C.Ent = (F.C.Max – F.C.Rep) x (%R.F.C) + F.C.Rep (Karvonen)
F.C.Ent: Frecuencia cardíaca de entrenamiento.
F.C.Max: Frecuencia cardíaca máxima. Ya la hemos calculado: 190 pulsaciones
F.C.Rep: Frecuencia cardíaca en reposo. Podemos calcularla de la siguiente forma: tumbados en la cama, nos relajamos durante unos minutos (3-4 es suficiente) y con el pulsómetro puesto observamos las pulsaciones que tenemos. En este caso imaginemos que son 55 pulsaciones por minuto.
R.F.C: Reserva funcional del corazón. Intensidad a la que interesa entrenar, en este caso 60-70%.
Frecuencia cardíaca de entrenamiento: (190 – 55) x (0.6) + 55 = 136 pulsaciones por minuto
Frecuencia cardíaca de entrenamiento:(190 – 55) x (0.7) + 55 = 150 pulsaciones por minuto