Actualmente y debido al auge que se ha producido en los últimos años del deporte en la vida cotidiana de las personas como medio de expansión y forma de relacionarse con los demás ha habido un aumento exponencial de este tipo de lesiones y que aun la gente le cuesta identificar con claridad, en el siguiente post vamos a explicar que es una rotura fibrilar, los tipos que hay y la sintomatología de esta lesión.
Una rotura fibrilar como su propio nombre indica es una rotura del tejido muscular que, dependiendo del tamaño, tendrá un grado u otro con mayor o menor gravedad. Suelen afectar principalmente a la musculatura del miembro inferior (es la que comúnmente más se utiliza en deportes sociales como el futbol, baloncesto o atletismo).
Dependiendo del grado de rotura se clasifican en:
Causas:
Rotura fibrilar de grado 1:
Es la más frecuente y corresponde a una rotura microscópica en la que sólo unas fibrillas musculares son lesionadas. Existe hemorragia local y equimosis por debajo del nivel de la lesión. Al ser de tamaño reducido, no suelen ser visibles en la ecografía. El paciente refiere dolor que aparece de forma instantánea al producirse la lesión, habrá impotencia funcional y no podrá terminar la práctica deportiva. Con el reposo disminuye el dolor pero éste se reproduce con la presión o el movimiento.
Además, habrá dolor al estiramiento pasivo, y los movimientos pasivos estarán afectados si la lesión es evidente. Existirá dolor a la contracción isométrica, y los movimientos activos y contrarresistidos serán dolorosos. La musculatura estará contracturada por la lesión.
Rotura fibrilar de 2º grado
Cuando existe una solución de continuidad macroscópica de las fibras musculares, pero sin afectar por completo al cuerpo muscular. Con la ecografía se pueden visualizar la lesión muscular y el hematoma acompañante. Si la ruptura es superior al 30% del cuerpo muscular, se ha de plantear intervención quirúrgica.
Rotura de fibras de grado 3
Es la ruptura total del músculo. Se rompen totalmente las fibras, separándose ambos extremos musculares con una retracción de los vientres musculares, que se retraen y se contraen. Cursan con intenso dolor e impotencia funcional completa. Es dolor que no cede, y normalmente suele aumentar. Se produce por movimientos bruscos de gran intensidad, con sensación de desgarramiento. Existe gran tumoración y equimosis. Signo del hachazo. La ecografía es obligatoria en estos casos.